miércoles, 6 de febrero de 2008

A manera de introducción y de advertencia


Este blog nació en mi mente hace más de un año. Me di cuenta que ciertos eventos de la vida de uno son dignos de ser escritos y contados a otras personas. Claro, de eso ya me había dado cuenta muchos años atrás al animarme a escribir ficción, pero eso no era la vida real, era solamente eso, ficción. Creí que sería saludable llevar un diario. Me equivoqué, pues de saludable no tenía nada, así que mi intento por mantener un diario a duras penas si llegó a la semana.

Necesitaba escribir ciertas cosas con urgencia, y esa necesidad surgió cuando me di cuenta que otra de mis principales pasiones podía ser tratada en un blog: la música, en especial el rock. Escribir sobre determinado grupo, recomendar discos, promover la discusión, generar diálogo, aprender, etc.

Y luego de eso me di cuenta de algo que a mí me pasa a menudo, pero no sé si a otros también: el notar que mi vida es música [rock]. En algún lado lo había leído: “el rock es el soundtrack de nuestras vidas”. En mi caso funcionaba así, pero iba un poco más allá: un soundtrack acompaña a imágenes, acciones, da un ritmo, un tono, una personalidad y hasta un sentido, pero casi siempre la acción, la imagen, es primero; la música va subordinada. En mi caso el fenómeno era confuso: a menudo mi vida se encontraba subordinada a la música.

“Exageras” dirá usted. No lo sé, probablemente lo haga. Lo cierto es que muchas veces la música me ha impulsado a actuar, me ha enseñado más cosas (en todo el amplísimo sentido de la palabra), me ha hecho poner una cara en una situación y otra canción misma en esa misma situación me hizo colocar la cara opuesta. Un soundtrack recrea el tono de un momento. En mi vida un momento decide su tono depende de la música que esté presente en aquel instante.

Súmenle a todo esto mi rechazo por la crítica. Muy fácil sería para mí criticar unos cuantos discos semanales, pero no quería eso. La crítica es un ejercicio que, si bien no detesto como muchísimos lo hacen, me jode hacerla y prefiero evitarla. La cuestión es que esta relación vida-música, música-vida, es un tema cautivante para mí.

Así que lector, si buscas crítica concienzuda en este blog, quizás encuentras alguna. Si buscas el diario de un veinteañero, busca alguno entre mis links, hay varios muy buenos y recomendables. Mi blog es una amalgama de ambos, por lo que es (busca ser) algo más que su mera suma, pero a la vez no es (no busca ser) ni crítica ni diario.

¿Complicado? Espero que no. ¿Tienes un disco o canción favorita? ¿Cuál es la banda que te vacilaba en diciembre de 1999? ¿Te acuerdas la tonada que estaba en tu cabeza mientras viajabas en la combi ayer al regresar a tu casa? Pues este espacio habla de eso y unos cuantos bonus tracks.

Sólo pido paciencia del lector, aunque no sé ni porque la pido. Antes de despedirme de ustedes, les diré lo más interesante de este ejercicio: su reflejo es más amplio y diáfano que el de un espejo. Hasta la próxima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

q tal broder sooy un alumno de 5 de secundaria del coelgio altair estoy hanciendo un proyecto personal para el bachigerato internacional hacerca de como la musica popular se ah ido mesclando es las clases sociales limñeas y me gustaria q me ayudaras en lo q t sea posible mi tu comentario en el post de chichi de ritmos del peru me gusto la opinion que diste mi mail es gubbinskevin@gmail.com